Los raspones son lesiones superficiales comunes, especialmente en niños, que suelen ocurrir debido a caídas o al rozarse con superficies ásperas. Aunque son heridas menores, es crucial saber cómo tratarlas adecuadamente para prevenir infecciones y minimizar el riesgo de cicatrices.
Por eso, más allá de la importancia de tratar de evitarlas, si suceden, hay que saber cómo actuar. Te contamos qué hacer para prevenir problemas mayores.
Un raspón, aunque no es grave, es una herida abierta que requiere atención para evitar complicaciones. Sin el cuidado adecuado, estas lesiones pueden convertirse en heridas infectadas. Esto no solo retrasa la curación, sino que también, puede ocasionar daños permanentes. Incluso, hasta podría demandar un tratamiento médico (HealthyChildren, 2019; MedlinePlus, 2023).
Por eso, veamos de qué modo es posible tratarlos.
La limpieza es el primer y más crucial paso en el tratamiento de un raspón. Sigue estos pasos para limpiarlo adecuadamente (Mayo Clinic, 2022):
Después de limpiar la herida, es importante lo siguiente (Mayo Clinic, 2022; MedlinePlus, 2023):
Ahora, el cuidado no termina una vez que la herida está limpia y protegida. Durante el proceso de curación, sigue estos pasos:
A medida que sana, formará una costra. Es importante (HealthyChildren, 2019; Pitone, 2022):
Finalmente, presta atención a estos consejos (MedlinePlus, 2023):
Es importante aclarar que los pacientes con heridas infectadas deben buscar atención médica inmediata para evitar complicaciones. Asimismo, es crucial brindar un cuidado adecuado a los raspones para prevenir infecciones y reducir la aparición de cicatrices, especialmente en niños. Al seguir las mejores prácticas, podemos asegurar una curación segura de estas lesiones. Conocer cómo actuar en estas situaciones imprevistas nos ayuda a minimizar los riesgos involucrados.
Mayo Clinic (2022). Cortes y raspaduras: primeros auxilios.